sábado, 6 de diciembre de 2008

"Caruso"

Te pongo lechuga tierna
Me acerco y me abres las alas
Enmudeces y miras mis manos
Compruebo que el agua está clara
Y cuando me alejo... Tú cantas
Y tus trinos son tan bellos,
Como un amanecer en el agua.
Creo que estas contento de vivir
Y a mí por doler, me duele
La guerra, el hambre...
Y esta endemoniada calma,
Que parece acostumbrarse
A las bombas, al desastre, a la locura
Y mientras tú, cantas y cantas
¡Que bien!
Que a ti no te duele el alma
O quizás soy yo
La que no entiende nada
Y tu canto es de dolor,
De impotencia, de rabia
Y cantas porque no fuiste dotado
Con el don de la palabra.
Que grande es mi ceguera.
Que ingenua, que incauta
Por creer que eres feliz
Privado de libertad
Encerrado en una jaula.

1 comentario:

Marta Sánchez Mora dijo...

Qué bueno!!
Aristóteles decía que aprender es felicidad...pero en estos tiempos creo que pensar demasiado causa impotencia. A veces la felicidad se basa en la locura de los momentos, lo único que nos mantiene cuerdos.
De Marta, tu amiguita de Barcelona.
UN BESITO JUANI!! Y FELIZ AÑO!